sábado, 3 de septiembre de 2016

COSTUMBRES

COSTUMBRES DE GUATEMALA
 
Guatemala se caracteriza por poner un sello propio a todas las celebraciones que se realizan dentro de su ámbito social o religioso, aún cuando muchas de las costumbres hayan sido adoptadas de otros países, como por ejemplo el cada día más popular Baby Shower, que por lo general se realiza en hoteles o clubes sociales, aunque originalmente empezó celebrándose en la casa de alguna amiga o familiar muy cercana a la futura mamá.

Por su carácter eminentemente femenino, los hombres poca cosa tienen que hacer en estos agasajos, así que no podría describir con exactitud cómo se realizan, lo único que sé es que cada invitada lleva para el bebé que nacerá, un obsequio apropiado.







La celebración de carnaval se da en Guatemala el martes  anterior al miércoles de Ceniza, a diferencia de otros países el disfraz no es regla en esta fiesta; habitualmente se acostumbra preparar con antelación cascarones de huevos que se lavan bien, se decoran con acuarela o tempera y se rellenan con papel recortado, lo que se denomina pica pica por el escozor que produce al contacto con la piel, algunos malcabrestos le agregan harina a los cascarones y, antiguamente, los patojos se juntaban en los parques de las localidades, en las esquinas de los barrios o en los centros educativos y se correteaban incansablemente hasta lograr quebrar uno o varios de estos cascarones en la cabeza de un infortunado. Acá en Guate le llamamos a ésto: jugar carnaval


En Mazatenango, Suchitepéquez se celebra con pompa y boato y esta fiesta se ha constituido ya en una tradición para los venados (así se les denomina en Guatemala a los oriundos del departamento de Suchitepéquez)





Una celebración que ha degenerado mucho es el festejo de los quince años en las jovencitas, lo que  aquellos que se las llevan de poetas denominan quince primaveras. En su forma original y aún a mediados del siglo pasado, esta celebración se daba como una forma de presentar a las hijas ante la sociedad del lugar donde se vivía. Quién puso la barrera de los quince años como el momento de pasar de niña a mujer, sepa el diablo, pero lo que sí es cierto es que para la mayoría de adolescentes su fiesta de quince años constituye una especie de ilusión, nombre con que también se conoce a esta edad, la edad de las ilusiones.
En la actualidad se ha convertido en una fiesta exclusiva para jóvenes y se perdió la solemnidad que le antecedía, la marimba prácticamente desapareció en lo que es la animación musical y ahora se contentan con pegar de brincos al compás de estridentes ruidos que salen de una disco rodante, como se llama a quienes, por medio de computadoras, programan el tipo de melodías que se bailarán.








Otra cosa que cambió muchísimo es el festejo de los cumpleaños. A finales del siglo XIX y principios del XX, el cumpleaños  de alguien era motivo suficiente para mandarse cinco días de parranda y comilonas; poco a poco se transformó en una bullanguera fiesta donde se invitaban a todos los conocidos habidos y por haber y finalmente terminó en una sencilla reunión con los familiares más íntimos y uno que otro amigo de confianza.
Pero, lo que no cambiado mucho, es la quema de ametralladoras pirotécnicas en loa mera madrugada, lo que hace que uno se despierte sobresaltado pensando que al fin, Belice nos invadió, o que los mareros están practicando tiro con algún pobre transeúnte que cayo en sus garras. Hasta después nos damos cuenta que el vecino cumple años ese día y un amigo de la sobrina de una tía que vive en Canadá, que también es prima del nieto del cuñado del jefe de nuestro vecino, por la familiaridad que existe entre ellos decidió poner en angustias a toda la colonia y se compró una ametralladora de 25 metros






Si de niños se trata, pues no pueden faltar las ingeniosas piñatas, hechas con alambre de amarre, papel periódico y papel de china y que, por lo general, representan a los héroes infantiles del momento. Por lo habitual se rellenan con dulces, paletas y bombones y más de un desprendido le pone hasta monedas



Es costumbre también partir un pastel de cumpleaños, que se adorna regularmente con el nombre o apodo del festejado y que ahora se compra en pastelerías para evitar que la comadre decida dárselas de repostera y regale al ahijado una auténtica piedra, primorosamente decorada, pero piedra al fin.




El momento cumbre de la reunión es cuando los niños invitados se encargan de poner como camote a la piñata para tratar de sacarle los dulces que lleva dentro y desahogarse un poco pensando que la piñata es su maestra.





No puede faltar el regalo de cumpleaños que, anteriormente, era casi simbólico, pero que hoy en día tiene que tener cierto valor monetario más que sentimental





Y ésto es, en cierta forma, el pago que los papás del nene le dan a sus invitados por haber llegado de gorrones a la quiebra de la piñata. Sí, son las famosas sorpresas, las cuales, en mi época se hacían con los canutos vacíos de papel toilette, forrados también con papel de china y que en su interior llevaban dulces y algún juguetito para hombre o mujer, según fuera el caso. En la actualidad las piñaterías o  almacenes especializados en fiestas infantiles  surten a los padres de combos piñateros que incluyen piñata, palo para quebrarla, las susodichas sorpresas que consisten en  bolsas plásticas decoradas con algún personaje infantil  del cine o la televisión, con los dulces y el premio adentro; dulces para la piñata, la venda para los ojos; el niño lo pone el cliente, claro está.

Es bueno recordar que en el siglo XX estas fiestas infantiles se celebraban en la casa de habitación del angelito, hoy existen lugares apropiados que le evitan a los padres mover un solo dedo y las empresas se encargan de todo, hasta de poner al payaso, quien  por lo regular tiene un pésimo sentido del humor.







Me parece que esta nueva costumbre es importada y consiste en programar reuniones para darles los parabienes a una felicísima mujer (esto hay que aclararlo ahora, por si las dudas) que contraerá nupcias en próxima ocasión, sus envidiosas amigas (ups...),perdón, quise decir... sus queridas amigas, hermanas, tías, abuelitas, mamás , compañeras de trabajo, sobrinas, cuñadas, nanas y mucamas se reúnen de una manera muy similar al baby shower, es pertinente recordar que a veces se aprovecha para celebrar las dos cosas juntas, colaboran con una baja cuota(no menor de Q100.00, por favor) para alquilar el local y le llevan un regalo que obligadamente deben comprar en Sears, Siman o Cemaco, lo cual, la ilusionada festejada recompensará con una sonrisa y un muchas gracias muy tierno.

La contraparte masculina es menos pretenciosa y se conforma con irse a poner una de arriero, empezar a quemarle el rancho a su consorte in fieri con la que se le ponga por delante y a lamentarse con sus amigotes acerca de que se le acaba la dolce vita.











Y ya que estamos en celebraciones... que mejor momento que festejar la culminación de una carrera a nivel medio o universitario. Nada del otro mundo, por cierto. Nada más  hay que alquilar la toga, pagar seminario, pagar temario, un retiro espiritual seis meses antes de la graduación, comprar zapatos negros e iguales a los de toda la promoción, ir al peluquero, pagar la fiesta en el mejor hotel de la ciudad, comprar y repartir invitaciones, contratar al fotógrafo y al que  tomará el vídeo y encargar el anillo de graduación a principios de año para que lo entreguen tres días después del acto, si no se tuvo la suerte de que le saliera en una caja de Corn Flakes. 

Graduarse... nada del otro mundo.


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