COSTUMBRES DE GUATEMALA
Guatemala se caracteriza por poner
un sello propio a todas las celebraciones que se realizan dentro de su
ámbito social o religioso, aún cuando muchas de las costumbres hayan
sido adoptadas de otros países, como por ejemplo el cada día más popular
Baby Shower, que por lo general se realiza en hoteles o clubes
sociales, aunque originalmente empezó celebrándose en la casa de alguna
amiga o familiar muy cercana a la futura mamá.
Por su carácter
eminentemente femenino, los hombres poca cosa tienen que hacer en estos
agasajos, así que no podría describir con exactitud cómo se realizan, lo
único que sé es que cada invitada lleva para el bebé que nacerá, un
obsequio apropiado.
La
celebración de carnaval se da en Guatemala el martes anterior al
miércoles de Ceniza, a diferencia de otros países el disfraz no es regla
en esta fiesta; habitualmente se acostumbra preparar con antelación
cascarones de huevos que se lavan bien, se decoran con acuarela
o tempera y se rellenan con papel recortado, lo que se denomina pica
pica por el escozor que produce al contacto con la piel, algunos
malcabrestos le agregan harina a los cascarones y, antiguamente, los
patojos se juntaban en los parques de las localidades, en las esquinas
de los barrios o en los centros educativos y se correteaban
incansablemente hasta lograr quebrar uno o varios de estos cascarones en
la cabeza de un infortunado. Acá en Guate le llamamos a ésto: jugar
carnaval
En
Mazatenango, Suchitepéquez se celebra con pompa y boato y esta fiesta
se ha constituido ya en una tradición para los venados (así se les
denomina en Guatemala a los oriundos del departamento de Suchitepéquez)
Una
celebración que ha degenerado mucho es el festejo de los quince años en
las jovencitas, lo que aquellos que se las llevan de poetas denominan
quince primaveras. En su forma original y aún a mediados del siglo
pasado, esta celebración se daba como una forma de presentar a las hijas
ante la sociedad del lugar donde se vivía. Quién puso la barrera de los
quince años como el momento de pasar de niña a mujer, sepa el diablo,
pero lo que sí es cierto es que para la mayoría de adolescentes su
fiesta de quince años constituye una especie de ilusión, nombre con que
también se conoce a esta edad, la edad de las ilusiones.
En
la actualidad se ha convertido en una fiesta exclusiva para jóvenes y
se perdió la solemnidad que le antecedía, la marimba prácticamente
desapareció en lo que es la animación musical y ahora se contentan con
pegar de brincos al compás de estridentes ruidos que salen de una disco
rodante, como se llama a quienes, por medio de computadoras, programan
el tipo de melodías que se bailarán.
Otra
cosa que cambió muchísimo es el festejo de los cumpleaños. A finales
del siglo XIX y principios del XX, el cumpleaños de alguien era motivo
suficiente para mandarse cinco días de parranda y comilonas; poco a poco
se transformó en una bullanguera fiesta donde se invitaban a todos los
conocidos habidos y por haber y finalmente terminó en una sencilla
reunión con los familiares más íntimos y uno que otro amigo de
confianza.
Pero,
lo que no cambiado mucho, es la quema de ametralladoras pirotécnicas en
loa mera madrugada, lo que hace que uno se despierte sobresaltado
pensando que al fin, Belice nos invadió, o que los mareros están
practicando tiro con algún pobre transeúnte que cayo en sus garras.
Hasta después nos damos cuenta que el vecino cumple años ese día y un
amigo de la sobrina de una tía que vive en Canadá, que también es prima
del nieto del cuñado del jefe de nuestro vecino, por la familiaridad que
existe entre ellos decidió poner en angustias a toda la colonia y se
compró una ametralladora de 25 metros
Si
de niños se trata, pues no pueden faltar las ingeniosas piñatas, hechas
con alambre de amarre, papel periódico y papel de china y que, por lo
general, representan a los héroes infantiles del momento. Por lo
habitual se rellenan con dulces, paletas y bombones y más de un
desprendido le pone hasta monedas
Es
costumbre también partir un pastel de cumpleaños, que se adorna
regularmente con el nombre o apodo del festejado y que ahora se compra
en pastelerías para evitar que la comadre decida dárselas de repostera y
regale al ahijado una auténtica piedra, primorosamente decorada, pero
piedra al fin.
El
momento cumbre de la reunión es cuando los niños invitados se encargan
de poner como camote a la piñata para tratar de sacarle los dulces que
lleva dentro y desahogarse un poco pensando que la piñata es su maestra.
No
puede faltar el regalo de cumpleaños que, anteriormente, era casi
simbólico, pero que hoy en día tiene que tener cierto valor monetario
más que sentimental
Y
ésto es, en cierta forma, el pago que los papás del nene le dan a sus
invitados por haber llegado de gorrones a la quiebra de la piñata. Sí,
son las famosas sorpresas, las cuales, en mi época se hacían con los
canutos vacíos de papel toilette, forrados también con papel de china y
que en su interior llevaban dulces y algún juguetito para hombre o
mujer, según fuera el caso. En la actualidad las piñaterías o almacenes
especializados en fiestas infantiles surten a los padres de combos
piñateros que incluyen piñata, palo para quebrarla, las susodichas
sorpresas que consisten en bolsas plásticas decoradas con algún
personaje infantil del cine o la televisión, con los dulces y el premio
adentro; dulces para la piñata, la venda para los ojos; el niño lo pone
el cliente, claro está.
Es
bueno recordar que en el siglo XX estas fiestas infantiles se
celebraban en la casa de habitación del angelito, hoy existen lugares
apropiados que le evitan a los padres mover un solo dedo y las empresas
se encargan de todo, hasta de poner al payaso, quien por lo regular
tiene un pésimo sentido del humor.
Me
parece que esta nueva costumbre es importada y consiste en programar
reuniones para darles los parabienes a una felicísima mujer (esto hay
que aclararlo ahora, por si las dudas) que contraerá nupcias en próxima
ocasión, sus envidiosas amigas (ups...),perdón, quise decir... sus
queridas amigas, hermanas, tías, abuelitas, mamás , compañeras de
trabajo, sobrinas, cuñadas, nanas y mucamas se reúnen de una manera muy
similar al baby shower, es pertinente recordar que a veces se aprovecha
para celebrar las dos cosas juntas, colaboran con una baja cuota(no
menor de Q100.00, por favor) para alquilar el local y le llevan un
regalo que obligadamente deben comprar en Sears, Siman o Cemaco, lo
cual, la ilusionada festejada recompensará con una sonrisa y un muchas
gracias muy tierno.
La
contraparte masculina es menos pretenciosa y se conforma con irse a
poner una de arriero, empezar a quemarle el rancho a su consorte in
fieri con la que se le ponga por delante y a lamentarse con sus amigotes
acerca de que se le acaba la dolce vita.
Y
ya que estamos en celebraciones... que mejor momento que festejar la
culminación de una carrera a nivel medio o universitario. Nada del otro
mundo, por cierto. Nada más hay que alquilar la toga, pagar seminario,
pagar temario, un retiro espiritual seis meses antes de la graduación,
comprar zapatos negros e iguales a los de toda la promoción, ir al
peluquero, pagar la fiesta en el mejor hotel de la ciudad, comprar y
repartir invitaciones, contratar al fotógrafo y al que tomará el vídeo y
encargar el anillo de graduación a principios de año para que lo
entreguen tres días después del acto, si no se tuvo la suerte de que le
saliera en una caja de Corn Flakes.
Graduarse... nada del otro mundo.
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